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Goce la vida y disfrute el sol con mesura!

El sol es tan importante en nuestro planeta que no se concibe la vida sin la radiación lumínica que nos provee diariamente esta gran estrella. Sin lugar a dudas, todos los seres vivos, incluyendo las plantas, moriríamos sin la presencia del sol, que es indispensable en varios procesos fisiológicos tales como la producción de vitamina D, clave en el desarrollo de los huesos. Sin embargo, aunque la radiación solar trae múltiples beneficios, el abuso de la exposición solar no sólo agrava enfermedades preexistentes sino que es capaz de producir enfermedades graves que están tomando características epidémicas.


El calentamiento global ha hecho que se aumente la temperatura en los últimos años y que se asocie a un cambio climático del cual es culpable principalmente el hombre. Es tan grave este fenómeno, que la ONUya pronostica un aumento en la temperatura que oscila entre 1,1 a 6,4 °C (2,0 a 11,5 °F) durante el siglo XXI.

Con el fenómeno del cambio climático presente en todo el planeta, las múltiples enfermedades que se originan a partir de una piel descuidada nos obligan a tomar las medidas necesarias para protegernos del sol. Según el centro para la prevención y el control de las enfermedades de los Estados Unidos, en ese país se detectan 1´200.000 casos de cáncer de piel cada año, que son más que la suma de todos los cánceres que puedan darse en el cuerpo.

La piel es el órgano más extenso y corresponde al 10% del peso corporal. Tomando en cuenta que por lo menos la cara, el cuello, los antebrazos y las manos casi siempre están expuestos a la radiación solar, debemos hacer cambios en materia de protección solar. Esto no sería tan problemático de cumplir, si no fuera porque las personas, especialmente la juventud femenina, han tomado la cultura del bronceado como una verdadera religión, pasando por alto que el bronceado de la piel no es un resultado benéfico de la exposición solar, sino que es la respuesta de defensa del cuerpo al daño que la piel ha sufrido por ella.

En los países desarrollados no sólo se informa el estado del tiempo en cuanto a temperatura y lluvias se refiere, sino que también se señala el Índice de Radiación Ultravioleta (UVI), es decir, la proporción de radiación que ese día tendrá. Este índice cambia según las estaciones del año, siendo más alto durante el verano y más bajo en el invierno. En el siguiente cuadro puede ver las recomendaciones según índice UV:

Colombia no tiene estaciones, es invierno cuando llueve y verano cuando no. Sin embargo, contrario a lo que se pueda pensar, los índices UV en las ciudades grandes son alarmantes porque son casi iguales durante todo el año: Bogotá 16, Medellín 15, Cali 14, Barranquilla 12. A mayor altura mayor radiación y mayor probabilidad de tener cáncer de piel. En La Paz, Bolivia, el índice de radiación ultravioleta en verano es de 19, pero como tiene estaciones, disminuye notoriamente en las estaciones restantes.

El abuso de la exposición al sol produce manchas claras y oscuras, pecas, resequedad y lo que es peor, es responsable del 90% del envejecimiento de la piel. Por eso, además de cuidarnos del sol, debemos tener bien hidratada nuestra piel para mantenerla suave y tersa, utilizando frecuentemente productos humectantes que cumplen esta misión.

Si se quiere llegar a viejo teniendo apariencia de joven y sin ningún tipo de lesiones malignas y/o benignas, protéjase efectivamente del sol. El uso de productos con factor de protección solar debe ser tan necesario como el uso del jabón para el baño, la limpieza de los dientes y otras tantas cosas que se hacen rutinariamente. Debe usarse en aplicación de dos a tres veces al día, desde que sale el sol hasta que se oculte, tomando en cuenta que las horas más peligrosas son desde las 10 de la mañana hasta las 4 de la tarde.

Un producto con factor de protección solar (SPF) 15 o más es suficiente, siempre y cuando contenga sustancias que lo protejan de la radiación UVA, que es la que más daño hace. Por esta razón, no es recomendable el uso de cámaras bronceadoras, ya que su piel se expone directamente a la radiación UVA. Si de todas maneras desea lucir un color de piel bronceado, puede recurrir a productos autobronceadores que son inofensivos para la salud.

Recuerde que si disfruta del sol con mesura, podrá gozar la vida teniendo una piel suave, reluciente, llena de tersura y juventud.

 

Fuente: Jairo Victoria Chaparro
Dermatólogo – Epidemiólogo
Coordinador de Dermatología Pediátrica
Universidad del Valle

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