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ALIMENTACION DE LOS BEBES DE LOS 0 A LOS 3 AÑOS

La lactancia es el periodo que implica más necesidades de nutrientes en relación a los otros grupos de edad. El primer año es uno de los periodos más críticos desde el punto de vista nutricional, con cambios digestivos y metabólicos, y se diferencian claramente dos periodos:

el láctico, desde el nacimiento hasta los cuatro meses, con leche materna y leche de fórmula como único alimento,

y el de la diversificación alimentaria, de los cuatro-seis meses hasta los doce meses, con la introducción progresiva de los grupos de alimentos.

2. ¿LECHE MATERNA O LECHE MATERNIZADA?
La leche materna es el mejor alimento para los primeros seis meses ya que cubre totalmente las necesidades nutricionales del lactante y tiene una acción antiinfecciosa y antialérgica. Cuando la lactancia natural no es posible se puede optar por una leche maternizada (de fórmula de inicio 1 o de continuación, o leche 2), un producto excelente, aunque por su origen -la leche de vaca-, ha precisado de una adaptación a las características de la leche materna.

El aumento de peso y talla son considerables principalmente en el primer año de vida (el peso se triplica) y, en cambio, entre el primer y el tercer año hay un crecimiento, aunque continuo, más lento.

3. INTRODUCCIÓN PROGRESIVA DE NUEVOS ALIMENTOS
El calendario de introducción de alimentos debe ser acordado convenientemente de acuerdo con la edad y estado evolutivo del niño, además de adaptarse a su aceptación o tolerancia hacia un nuevo alimento, algo muy importante.

Con la diversificación alimentaria tiene lugar la introducción progresiva de nuevos alimentos (con precaución en huevos enteros y cereales con gluten) y el paso del biberón a la cuchara. En esta etapa, la leche debe seguir aportando una parte importante de las proteínas y el calcio y es un vehículo muy apropiado para la absorción del hierro. Los cereales aportan sobre todo hidratos de carbono y son, junto con las frutas, su principal vía de obtención. El pescado, además de proteínas, aporta minerales como el hierro y el fósforo. Verduras, hortalizas y frutas son ricas en vitaminas (A, C, E…), minerales (calcio, hierro, zinc, magnesio…) y agua.

En esta etapa la necesidad de líquidos es tres veces superior a la del adulto y por ello el agua y los zumos deben formar parte de la alimentación del niño.

En definitiva, en la alimentación infantil deben cubrirse las necesidades energéticas y de nutrientes y evitar carencias y excesos, ya que un desequilibrio en la alimentación puede comprometer la salud futura.

4. CONSEJOS
Asimismo, hay que prestar especial atención en la preparación de los alimentos:

La leche materna aporta el equilibrio nutritivo ideal para el lactante y tiene acción antiinfecciosa y antialérgica.

Cuando el niño empiece a comer “de todo” debe incorporarse a la mesa familiar.

Fuente: http://www.farmaceuticonline.com

1 comentario:

  1. muy buen artículo para todos los que ya somos padres o tenemos tenemos hermanitos pequeños

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